Hola! Bueno, acá les dejo para descargar la historia completa traducida por mi del Último Guardián, por Eoin Colfer :D Espero disfruten estos 19 capítulos...
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sábado, 3 de agosto de 2013
Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 19 - TRADUCCIÓN
Y llegamos al final…
último capítulo, del último libro, de esta maravillosa saga. Disfrútenlo con
toda su alma, porque en verdad me esforcé en traducirlo…
Capítulo 19
Las Rosas
Seis meses después
El mundo era fuerte y lentamente se reparó. Una
vez el golpe estruendoso inicial de devastación había pasado, hubo una ola de
oportunismo mientras un cierto tipo de personas, la mayoría, trató de tomar
ventaja de lo que había pasado.
Gente que había sido despreciada como eco
hippies de la Nueva Era eran ahora llamados salvadores de la humanidad, ya que
les dijeron a las personas que sus métodos tradicionales de caza y cosecha
podían mantener a las familias alimentadas con el paso del invierno. Curanderos,
evangelistas, y brujas doctores agitaban sus puños alrededor de fogatas y sus seguidores
crecieron.
Un millón y una cosa pasaron que cambiarían
la forma de vivir de la humanidad en la tierra, pero posiblemente los dos
eventos más importantes después de la Gran Caída-Tecno fueron el darse cuenta de
que las cosas podían ser arregladas, y la detección de hadas.
Después de los meses iniciales de pánico, un
fanático de Linterna Verde en Sídney reparó el Internet, descubriendo que,
incluso aunque la mayoría de las partes en sus antenas habían explotado, el aún
sabía cómo repararlas. Lentamente, la era moderna comenzó a reafirmarse, mientras
que las redes celulares eran regidas por amateurs y niños tomaban el control de
las estaciones de televisión. La radio hizo un gran regreso, y algunos de los
viejos chicos con voces aterciopeladas de los setenta eran desempolvados del
retiro a posicionar CDs reales en unidades de disco. El agua se volvió el nuevo
oro, y la gasolina calló a tercera posición después de luz solar y viento.
Alrededor del globo, hubieron cientos de
vistas de extrañas criaturas que podrían haber sido hadas o alienígenas. Un
momento esas criaturas no estaban allí, y al otro había un crujir o un
estruendo y repentinamente habían postes de observación con gente pequeña en
ellos, por todo el mundo. Pequeñas naves voladoras cayeron del cielo, y
submarinos sin poder subieron a la superficie del litoral de cientos de
ciudades mayores.
El problema fue que toda la maquinaria
auto-destruida, y cualquiera de las hadas/aliens llevadas a custodia
desaparecieron en las semanas siguientes. La humanidad sabía que no estaba sola
en el planeta, pero no sabía dónde encontrar a estas extrañas criaturas. Y
considerando que los hombres nunca llegaron a explorar los océanos del planeta,
pasarían varios cientos de años antes de que desarrollaran la capacidad de investigar
debajo de la corteza terrestre.
Así que las historias fueron exageradas hasta
que nadie les siguió creyendo, y el video que sobrevivió no era ni la mitad de
convincente que cualquier programa infantil de los sábados en la mañana.
La gente sabía lo que habían visto, y lo
creería hasta haber muerto; pero pronto, los psiquiatras empezaron a asignar
los atisbos de hadas a una alucinación traumática en masa en lo alto de la pila
de basura junto a los dinosaurios, superhéroes y al Monstruo del Lago Ness.
Estado Fowl
Irlanda se volvió verdaderamente una isla una
vez más. Comunidades se retiraron y comenzaron a cultivar alimentos que en
realidad comerían en vez de succionarles mecánicamente todo lo bueno, congelar
todos los aditivos dentro, y embarcarlos hacia otros continentes. Varios ricos poseedores
de tierras donaron voluntariamente sus tierras desocupadas a insatisfecha gente
hambrienta con agudos implementos.
Los padres de Artemis lograron hacer su
camino hacia casa de Londres, donde habían estado cuando se derrumbó el mundo,
y, poco después de la ceremonia funeraria de Artemis, el Estado Fowl fue
convertido en más de quinientas parcelas separadas donde la gente podía
cultivar cualquier fruta o vegetal que el clima Irlandés permitiera.
La ceremonia en sí misma fue simple y
privada, con sólo las familias Fowl y Mayordomo presentes. El cuerpo de Artemis
fue enterrado en la pradera alta, donde había pasado mucho de su tiempo jugueteando
en su avión solar. Mayordomo no asistió, porque se negó categóricamente a creer
la evidencia presentada por sus propios ojos.
-Artemis no se fue, -Afirmó, una y otra vez. -Este
no es el fin del juego.
Él no sería persuadido, no importaba cuantas
veces Juliet o Angeline Fowl se dejaban caer en su dojo para hablar.
Lo que era el porqué el guardaespaldas no
mostró ni un ápice de sorpresa cuando la Capitana Holly Canija apareció en la
puerta de su cabaña al amanecer, una mañana.
-Bien, ya era hora, -Dijo, agarrando su
abrigo del perchero. -Artemis deja instrucciones y les toma medio año
descifrarlas.
Holly se apuró a alcanzarlo. -Las
instrucciones de Artemis no eran exactamente simples de seguir. Y, típicamente,
eran totalmente ilegales.
En el patio, una puerta estaba recortada en
el resplandecer anaranjado del cielo matutino, y en esa puerta se paraba
Potrillo, viéndose decididamente nervioso.
-¿Qué crees que parece menos sospechoso?
-Preguntó Mayordomo. -¿Una nave con el aspecto de ser alienígena merodeando en la
yarda de una casa de campo, o una entrada flotante con un centauro en ella?
Potrillo trotó por la plancha de desembarque,
remolcando a una carretilla detrás de él. La puerta de la lanzadera se cerró y el
espectro visible se apagó con un chisporroteo.
-¿Podemos comenzar con esto, por favor?
-Preguntó. -Todo lo que estamos haciendo aquí va en contra de la ley mágica y
es, posiblemente, inmoral. Caballina piensa que estoy en la ceremonia de
Mantillo. El Concejo en serio le está dando una medalla. Odio mentirle a mi
esposa. Si me paro a pensar en esto por más de diez segundos puede que cambie
de opinión.
Holly tomó el control de la carretilla. -No
cambiarás de opinión. Hemos llegado demasiado lejos como para simplemente ir a
casa sin resultados.
-Ey, -Dijo Potrillo. -Sólo decía.
Los ojos de Holly eran duros, con una
determinación que no toleraría discusiones. Había estado llevando esa expresión
cada día por seis meses, siempre desde que había regresado a casa del incidente
de la Puerta Berserker. Lo primero que había hecho fue buscar a Potrillo en la
Plaza de Policía.
-Tengo un mensaje para ti
de Artemis, -Había dicho una vez Potrillo la había librado de un abrazo sofocante.
-¿En serio? ¿Qué dijo?
-Dijo algo sobre una crisálida.
Debías encenderla.
Estas palabras tuvieron un poderoso efecto en
el centauro. Trotó hacia la puerta y la trabó detrás de Holly. Luego hizo
correr un limpiador de insectos con una varita que mantenía en su persona.
Holly sabía que esas palabras significaban
algo para su amigo.
-¿Qué crisálida, Potrillo?
¿Y por qué está Artemis tan interesada en ella?
Potrillo tomó los hombros de Holly y la
acomodó en la silla de laboratorio. -¿Por qué le interesa? Nuestro amigo
está muerto, Holly. Tal vez debamos dejarlo ir.
Holly empujó a Potrillo y saltó para ponerse
de pie. -¿Dejarlo ir? Artemis no me dejó ir en el Limbo. No dejó ir a
Mayordomo en Londres. No dejó a toda la ciudad de Refugio ir durante la
revolución goblin. Ahora dime, ¿qué es esta crisálida?
Así que Potrillo se lo dijo, y el esqueleto
de la idea de Artemis se volvió obvio, pero se necesitaba más información.
-¿No había nada más? -Preguntó el centauro. -¿Hizo
o dijo algo más?
Holly sacudió su cabeza miserablemente. -No.
Se puso un poco sentimental, lo que es inusual en él, pero entendible. Me dijo
que te diera un beso.
Se paró de puntillas y besó la frente de
Potrillo. -Sólo por si acaso, supongo.
Potrillo estuvo de pronto molesto, y casi agobiado,
pero tosió y se lo tragó para otro momento.
-Él dijo, Besa a Potrillo ¿Esas
palabras exactas?
-No, -Dijo Holly, repensando. -Me
besó, y dijo, Dale eso de mi parte.
El centauro rió y la arrastró por el
laboratorio.
-Necesitamos tu frente
bajo un microscopio de electrones, -dijo.
Holly explicó su interpretación del plan de
Artemis a Mayordomo mientras caminaban hacia la Puerta Berserker. Potrillo
trotaba más adelante, murmurando cálculos para sí mismo y manteniendo un ojo
abierto por humanos madrugadores.
-La crisálida es lo que Opal usó para criar
un clon de sí misma. Fue volteada sobre Potrillo, quien se suponía que la
destruiría.
-Pero no lo hizo, -Adivinó Mayordomo.
-No. Y Artemis sabía eso por haber hackeado
los archivos de reciclaje de la PES.
-¿Así que, Artemis quería que Potrillo
hiciera crecer un clon? Incluso un viejo soldado como yo sabe que necesitas ADN
para eso…
Holly tocó su frente. -Ese es el porque me
besó. Había ADN suficiente en como para que Potrillo criara una armada, pero en
los escáneres del aeropuerto parecía un trazo natural.
-Un genio hasta el final, -Dijo Mayordomo. Frunció
el ceño. -¿Pero no son los clones criaturas pobres y estúpidas? Nopal apenas podía
mantenerse viva.
Potrillo se detuvo en el borde del cráter
para explicar. -Sí, lo son, porque no tienen alma. Aquí es donde entra la
magia. Cuando el primer candado Berserker se cerró, todos los espíritus mágicos
en el círculo fueron liberados de sus cuerpos, pero Artemis puede que haya
tenido suficiente humanidad en él, y suficiente poder de voluntad puro, para
permanecer en este ámbito, incluso después de que su cuerpo físico muriera. Su
espíritu podría ser un libre organismo volador ectoplasmático etéreo ahora
mismo.
Mayordomo casi tropezó con sus propios pies.
-¿Estás diciendo que Artemis es un fantasma? -Se giró hacia Holly para una
firme respuesta. -¿Está en serio diciendo que Artemis es un fantasma?
Holly dirigió a la carretilla por la
pendiente. -Los Berserkers fueron fantasmas por diez mil años. Así era como el
hechizo funcionaba. Si duraron tanto, es posible que Artemis resistiera seis
meses.
-¿Posible? -Dijo Mayordomo. -¿Eso es todo lo
que tenemos?
Potrillo apuntó a un punto cerca de la torre.
-Posible es ser optimista. Diría que apenas concebidle sería una
mejor apuesta.
Holly desabrochó el contenedor refrigerado en
la punta de la carretilla. -Sí, bueno, lo apenas concebidle es la
especialidad de Artemis Fowl.
Mayordomo se lanzó por el borde, y lo que vio
dentro le arrancó el aliento, incluso aunque lo estaba esperando. El clon de Artemis
yacía dentro de una tienda transparente, el aliento empañando el plástico.
-Artemis, -Dijo. –Es él exactamente.
-Tuve que juguetear con el invernadero, -Dijo
Potrillo, descolgando al clon de sus sistemas de soporte de vida. -Y no tuve
acceso a mi propio laboratorio, así que tiene seis dedos en su pie izquierdo
ahora, pero es lo suficientemente cerca como para un trabajo de callejón. Nunca
pensé que lo diría, pero Opal Koboi hizo buena tecnología.
-¿Esto… él tiene quince ahora, no?
Potrillo se agachó detrás de un embrollo de
pipas de nutrientes para ocultar su rostro. -De hecho, el tiempo se me fue un
poquito, así que es apenas mayor. Pero no te preocupes, le hice una
reconstrucción total. Contracción de piel, raspado de hueso, inyecciones de
tuétano—incluso lubriqué su cerebro. Créeme, su propia madre no sería capaz de
notar la diferencia.
Frotó sus manos y cambió de tema. -Ahora, a
trabajar. Muéstrenme donde murió Artemis.
-Allí abajo, -Dijo Holly, señalando. -Junto a
la…
Estuvo a punto de decir torre, pero el
aliento se le atoró en la garganta ante la vista de las increíbles rosas que
crecían en densas bandas curvas, manando del punto exacto donde Artemis había
colapsado.
Las rosas del Estado Fowl eran una sensación,
floreciendo como lo hacían en una perfecta espiral al pie de la torre redonda, donde
ninguna rosa había sido plantada. Sus inusuales lustrosos pétalos naranjas las
hacían visible desde las otras parcelas del jardín, y a Juliet se le había sido
asignada la tarea de asegurarse de que ninguno de los granjeros se ayudaran con
tanto como un simple tallo.
Porque debido a pequeños rumores recientes,
los trabajadores del jardín habían estado llamando a las flores rosas de
hada, que era un mejor nombre para ellas de lo que sospechaban.
Mayordomo llevó al contenido clon en sus
brazos, y le hizo acordar de pronto de una noche años atrás, cuando había cargado
a alguien más por un campo, mirando el pasto alto chasqueando en el despertar
de Artemis.
Excepto, que esa vez
estaba llevando a Holly.
Potrillo interrumpió sus pensamientos. -Mayordomo,
debes acomodar el cuerpo en las rosas. En el centro de la espiral. Sin el soporte
de vida solo tenemos minutos antes de que la degeneración comience.
Mayordomo bajó al clon gentilmente dentro de
la espiral, en un suave parche donde no habían espinas para clavarse en él.
Holly se arrodilló para abrir el cierre de la
tienda. Apartó las tapas, y dentro yacía el nuevo cuerpo de Artemis en una bata
de hospital, su aliento saliendo en cortos jadeos, sudor brillante en su
frente.
Potrillo se movió rápidamente alrededor del clon,
estirando sus extremidades, inclinando la cabeza hacia atrás para limpiar las
vías respiratorias.
-Estas rosas, -Dijo, -Son una señal. Hay
residuos mágicos aquí. Apostaría a que es igual a la forma de la runa original
de Bruin Fadda.
-¿Estás aferrando tus esperanzas a una cama
de flores en la pradera?
-No, por supuesto que no, Mayordomo. La magia
de Bruin Fadda era poderosa, y alguien con el poder de voluntad de Artemis podría
fácilmente durar un par de meses.
Mayordomo sostuvo su propio cráneo. -¿Qué
pasa si esto no funciona, Holly? ¿Qué y si dejo a Artemis morir?
Holly se giró rápidamente y vio que Mayordomo
estaba emocionalmente condenado. Se había estado escondiendo detrás de una
negación medio año y se culparía por siempre si Artemis no regresaba.
“Si esto no funciona, Mayordomo puede que
nunca se recupere,” Advirtió.
-¡Funcionará! -Dijo. -Ahora, menos
habla y más resurrección ¿Cuánto tiempo tenemos, Potrillo?
-El clon puede sobrevivir por, tal vez,
quince minutos fuera del soporte de vida.
Mayordomo sabía que el tiempo para objeciones
había pasado. Él haría lo que fuera necesario para darle al plan una
oportunidad de tener éxito.
-Muy bien, Holly, -Dijo, parándose firme. -¿Qué
debo hacer?
Holly se acuclilló a un metro del clon, sus
dedos enrollados alrededor de los tallos de las rosas, distraída, con las
espinas pinchando su piel. -Está todo hecho. O aparece, o lo perdimos para
siempre.
“Creo que perderemos algo de nosotros mismos
también,” Pensó Mayordomo.
Esperaron, y nada fuera de lo ordinario pasó.
Las aves cantaron, el seto verde crujió, y el sonido del motor de un tractor llegó
a ellos por los campos. Holly, inquieta, arrancaba flores de su raíz. Mientras
se preocupaba, la mirada de Mayordomo descansaba en la cara del clon y recordó
el tiempo pasado con su jefe.
“Nunca hubo nadie como Artemis Fowl,” Pensó. “A
pesar de que no hizo mi trabajo nada fácil con todas sus diabluras.” Mayordomo
sonrió. “Artemis siempre tuvo mi respaldo, incluso aunque apenas podía alcanzarlo.”
-Holly, -Dijo gentilmente. -No está viniendo…
Entonces el viento cambió, y de pronto
Mayordomo podía oler las rosas. Holly tropezó hacia adelante hasta ponerse de
pie.
-Algo está pasando. Creo que algo está
pasando.
La brisa arrancó un par de pétalos de rosa y
los mandó girando hacia el cielo. Más y más pétalos se separaron mientras el
pétalo parecía curvarse sobre la espiral naranja, rápidamente desnudando cada
flor. Se alzaron como mariposas, revoloteando relucientes, llenando el cielo, tapando
el sol.
-¡Artemis! -Lo llamó Mayordomo. -Ven hacia mi
voz.
¿Lo hizo? ¿Es este el mejor
momento de Artemis Fowl?
Los pétalos se arremolinaron con el sonido de
un coro de suspiros y, repentinamente, cayeron como piedras. El clon no se
había movido.
Holly avanzó lentamente, como si estuviera aprendiendo
a usar sus piernas, luego se dejó caer de rodillas, agarrando la mano del clon.
-Artemis, -Dijo la palabra como si se tratase
de una oración. -Artemis, por favor.
Aún nada. Ni siquiera respiraba ahora.
Mayordomo no tenía tiempo para sus usualmente
impecables modales y corrió a Holly a un lado. -Perdón, Capitana. Esta es mi área
de experiencia.
Se arrodilló sobre el pálido clon y, con su
palma, buscó su pulso. No había ninguno.
Mayordomo inclinó la cabeza del clon hacia
atrás, tapó su nariz, y respiró vida dentro de sus pulmones.
Sintió un débil latido debajo de su mano.
Mayordomo cayó hacia atrás. -Holly. Creo…
creo que funcionó.
Holly gateó a través de la alfombra de pétalos.
-Artemis, -Dijo urgentemente. -Artemis,
vuelve con nosotros.
Dos suspiros más siguieron, varios erráticos,
y entonces los ojos de Artemis se abrieron. Ambos de un sorprendente azul. Inicialmente
bien abiertos por el shock, luego aletearon como las alas de palomillas en un
jarro.
-Tranquilo, -Dijo Holly. -Estás a salvo.
Artemis frunció el ceño, tratando de
centrarse. Era claro que sus facultades aún no habían regresado por completo, y
todavía no recordaba a las personas inclinándose sobre él.
-Atrás, -Dijo. -No saben a lo que se
enfrentan.
Holly tomó su mano. -Te conocemos, Artemis. Y
tú a nosotros. Trata de recordar.
Artemis intentó, concentrándose hasta que
algunas nubes se levantaron.
-U… ustedes, -Dijo dudando. -¿Ustedes son mis
amigos?
Holly lloró de puro alivio. -Sí, -Dijo.
-Somos tus amigos. Ahora necesitamos entrar, antes de que los locales lleguen y
vean al recientemente muerto heredero siendo escoltado por hadas.
Mayordomo ayudó a Artemis a pararse, sobre lo
cual estaba obviamente inestable.
-Oh, vamos, -Dijo Potrillo, ofreciendo su ancha
espalda. –Sólo esta vez.
Mayordomo alzó a Artemis sobre la espalda del
centauro y lo estabilizó con una enorme mano.
-Me tenías preocupado, Arty, -Dijo. –Y tus
padres están devastados. Espera a que te vean.
Mientras cruzaban el campo, Holly señaló aéreas
donde compartieron experiencias esperando poder refrescar la memoria del
adolescente.
-Díganme, -Dijo, su voz aún débil. -¿Cómo los
conozco?
Y
así Holly comenzó su historia: -Todo comenzó en Ciudad Ho Chi Minh en verano.
Un calor asfixiante, se mire por donde se mire. Naturalmente, Artemis Fowl no
habría estado dispuesto a soportar semejante suplicio de no haberse tratado de
un asunto de la máxima importancia. De una importancia vital para el plan.…
Qué les pareció? No solo el capítulo,
sino la historia en general… y creo que este es el adiós por ahora… tengo
pensado traducir el 6º libro de cazadores de sombras cuando salga, aunque para
eso falta esperar hasta marzo… Nos vemos, y quería decir que voy a juntar toda
esta historia y subirla como PDF para que se pueda descargar, besos, y gracias
a todos los que me apoyaron :D
EL FIN
domingo, 28 de julio de 2013
Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 18 Parte 2/2 - TRADUCCIÓN
Holaa! Como
están? Yo me siento algo nostálgica, parece ser ayer cuando empecé a traducir
el prólogo sobre los Berserkers, y ahora ya estamos en el anteúltimo capítulo,
ahora van a saber cuáles son los ítems J
Opal sabía que los rangos de sus soldados
estaban agotados, pero no importaba; ella había alcanzado el nivel final del
segundo candado de la Puerta Berserker. La satisfacción fluía por su sistema en
un zumbido que mandaba chispas saltando de las puntas de sus orejas.
-Necesito paz, -Le gritó a cualquier
Berserker que estuviera haciendo guardia en su flanco. -Si alguien se acerca,
mátenlo. -Apuradamente emendó esta orden a: -Excepto al humano Fowl, y su
capitana mascota de la PES ¿Me entienden?
Oro, en el cuerpo de Beckett, entendió lo
suficiente, pero deseó que los lazos mágicos le dieran un espacio de libertad para
sugerirle a su líder que olvide su venganza personal. De todas formas, las
reglas de Bruin Fadda eran explícitas: Obediencia total al hada que abra la
puerta.
Deberíamos cazarlos, quería decir. Si
podemos capturar a esos últimos pocos humanos, entonces no habría necesidad de
abrir el segundo candado.
Opal se giró y le gritó a la cara, saliva
volando. -Dije, ¿Me entendieron?
-Lo hice, -Dijo Oro. -Matar a cualquiera, excepto
a Fowl y a la fémina.
Opal tocó su linda nariz abotonada. -Sí, exacto.
Mama está apenada por levantar la voz. Mamá está increíblemente estresada. No
creerías la cantidad de células cerebrales que Mamé está usando en esta cosa.
“Di Mamá una vez más,” Pensó Oro, “Y
lazos o no lazos…”
Lo más que Oro podía hacer contra el agarre
del enlace mágico era fruncir el ceño y soportar los calambres de estómago, pero
el fruncir no tuvo efecto, ya que Opal ya se había dado vuelta hacia su tarea, una
corona de magia negra relucía alrededor de sus hombros.
El volatinero final en el sello encantado de
Bruin Fadda era el brujo en sí. Bruin había enterrado su propia alma en la roca
en mucha de la misma moda espiritual en la que los Berserkers habían sido
preservados en la tierra.
Mientras Opal corría sus dedos por la
superficie de la piedra, apareció allí la cara druida, rudamente grabada, pero
reconocible como élfica.
-¿Quién me despierta de mi duermevela?
-Preguntó en una voz de roca y edad. -¿Quién me llama del umbral de la
eternidad?
“Oh, por favor,” Pensó Opal. “¿Quién me
llama del umbral de la eternidad? ¿Es esta la clase de estiércol
de trol que deberé soportar solo para borrar a la humanidad?”
-Es, Opal Koboi, -Dijo, siguiéndole la
corriente. -De la Casa de los Koboi. Alta Reina de las familias mágicas.
-Felicitaciones, Opal Koboi, -Dijo Bruin. -Es
bueno ver la cara de otro hada. Así que todavía no estamos extintos.
-No aún, poderoso brujo, pero incluso
mientras hablamos, los humanos se acercan a la entrada. Refugio está amenazado.
Debemos abrir el segundo candado.
La roca tembló como una piedra de molino
mientras Bruin fruncía el ceño. -¿El segundo candado? Esa es, ciertamente, una
petición trascendental ¿Soportarás la culpa por esta acción?
Opal usó la cara de penitencia que había
desarrollado para las audiencias de libertad condicional. -La soportaré, por
las Criaturas.
-Eres en verdad valiente, Reina Opal. Los
enanos siempre fueron nobles, a pesar de su estatura.
Opal estaba preparada para dejar pasar la
observación de la estatura, porque le gustaba el sonido de Reina
Opal. También, el tiempo se gastaba. En menos de una hora, el sol se
levantaría y la luna llena se iría, y las posibilidades de mantener a esa
pequeña armada por otro día, incluso con los humanos persiguiendo sus propios rabos,
eran bastante escasas.
-Gracias, poderoso Bruin. Ahora, el tiempo
llegó de tu respuesta.
El fruncimiento de ceño del hechicero se
profundizó. -Debo consultar ¿Están mis Berserkers a tu lado?
Esto era un imprevisto. -Sí. El Capitán Oro está
en mi hombro. Está en total acuerdo conmigo.
-Conferenciaré con él, -Dijo la cara de
piedra.
Este personaje Bruin estaba realmente
presionando los botones de Opal ¿Un segundo atrás era todo Reina Opal, y
ahora quería consultar la ayuda?
-Poderoso Bruin, no pienso que sea realmente
necesario consultarlo con tus soldados. El tiempo se acorta.
-¡Conferenciaré con él! -Tronó Bruin, y las marcadas
muescas de su cara brillaron con un poder que sacudieron a Opal hasta su centro.
“No es un problema,” Pensó. “Oro está atado a
mí. Mis deseos son los suyos.”
Oro dio un paso hacia adelante. -Bruin, camarada.
Pensé que te habías ido a la próxima vida.
La cara de roca sonrió, y parecía tener luz
solar en vez de dientes. -Pronto, Oro Shaydova. Me gustaba más tu vieja cara
que esta joven, a pesar de que puedo ver tu alma debajo.
-Un alma que sufre por ser liberada, Bruin. La
luz nos está llamando a todos. Algunos de mis guerreros han perdido su
inteligencia, o casi lo hacen. Nunca se supuso que estaríamos tanto tiempo en
el suelo.
-Ese tiempo de liberación está a la mano, mi
amigo. Nuestro trabajo casi está hecho. Así que dime, ¿están las Criaturas aún
bajo amenaza?
-Lo estamos. La Reina Opal dice la verdad.
Los ojos de Bruin se entrecerraron. -Pero
estás atado, veo.
-Sí, Bruin. Le sirvo a la reina.
Los ojos de Bruin brillaron con blanco en la
roca. -Te libero de tus lazos para que puedas hablar libremente.
“No es bueno,” Pensó Opal.
Los hombros de Oro cayeron, y pareció que cada
uno de sus años estaban escritos en la cara de Beckett.
-Los humanos tienen armas ahora, -Dijo Oro, y
era raro ver salir las palabras de una boca llena de dientes de leche. -Parecen
milagrosas para mí. En la memoria de este joven lo he vito, sin nosotros para
cazarlos inmediatamente, se matan entre sí por miles. Destruyen la tierra y han
aniquilado cientos de miles de especies.
La cara de piedra lucía confusa. -¿No han
cambiado?
-Son más eficientes de lo que recordamos, eso
es todo.
-¿Debo abrir el segundo candado?
Oro frotó sus ojos. -Esto no lo puedo
responder por ti. Es verdad que la Reina Opal ha saboteado sus esfuerzos, pero ellos
ya se aglomeran contra nosotros. La puerta ha sido asaltada dos veces, con dos
de los nuestros entre los atacantes. Una elfa y un enano, ambos adversarios
astutos.
La cara de roca suspiró, y luz blanca fluyó
de su boca. -Siempre han habido traidores.
-No podremos aguantar mucho más, -Admitió
Oro. -Algunos de mis guerreros ya han sido llamados al costado de Danu. Este
mundo está en caos y, si los humanos atacan a la puerta mañana, no habrá nadie
para defenderla. Con sus nuevas armas, tal vez encuentren un modo de desmantelar
el segundo candado.
Opal estaba silenciosamente complacida, y si
hubiera podido batir sus pequeñas manos sin dejar de parecer una reina, lo
hubiera hecho. Oro estaba convenciendo a ese arrugado idiota mejor de lo que
ella hubiera podido.
-Las Criaturas se marchitan y mueren sin la
luz solar, -Añadió con cara de póker. -Pronto desapareceremos todos juntos. Sufrir
es nuestra rutina diaria. Debemos ascender.
Oro solo podía estar de acuerdo con esto.
-Sí. Ella debe ascender.
Bruin reflexionó por un largo momento y sus
rasgos rocosos rechinaron mientras pensaba.
-Muy bien, -Dijo finalmente. -Abriré el
candado, pero es tuya la decisión final, Reina Opal. Cuando el fin esté a la
vista, entonces deberás elegir. Tendrás que soportar las consecuencias, como yo
ya lo hago.
“Sí, sí, sí,” Pensó Opal, apenas pudo ocultar
su aliviado ímpetu.
-Estoy preparada para esta responsabilidad,
-Dijo sobriamente. Y, a pesar de que no podía verlo, Oro rodó los ojos a sus
espaldas, todos sabiendo que Opal no se interesaba por los intereses de las
Criaturas de corazón. Pero sus motivos tenían poca importancia si al final el
resultado, la extinción de la humanidad, era el mismo.
Los rasgos de Bruin fueron de pronto
sumergidos en una pileta de magma burbujeante que sangró en la roca para
revelar dos huellas de manos hundidas. La llave original de Opal, y una fresca
brillando de un profundo rojo sangre.
-Elige desinteresantemente, -Dijo la voz de Bruin
desde profundo entre la piedra. -La prudencia cerrará la puerta por entero, liberando
a las almas y destruyendo el camino por siempre. La desesperación convocará el
poder de Danu y borrará a los humanos de la superficie de nuestra tierra. Las
hadas caminarán en la tierra de nuevo.
“Huella B será,” Pensó Opal alegre. “Siempre
encontré a la desesperación como un maravilloso motivador.”
Ahora que el clímax había llegado, Opal pausó
por un espeluznante momento para saborearlo.
-Esta vez, me es imposible perder, -Le dijo a
Oro. -Mamá va a presionar el gran botón.
Oro lo hubiera presionado él mismo con tal de
detener a Opal de referirse a sí misma como Mamá, pero, dios santo, sólo
el hada que abriera la puerta podría activar el segundo candado.
Opal agitó los dedos. -Aquí vamos. Mamá está
lista.
Entonces una voz gritó del extremo del cráter.
-El humano se está rindiendo. Y trajo a la
elfa.
Hasta ese segundo, Opal no había notado que
ese momento no era del todo perfecto. Pero lo sería.
-Tráiganlos hasta mi, -Ordenó. -Quiero que lo
vean llegar.
Artemis Fowl arrastraba una figura
encapuchada por el suelo, los tacos haciendo muscas en la tierra. Cuando
llegaron al cráter que había sido maldito por la llegada de Opal, uno de los
piratas le dio un codazo a Artemis, y cayó tambaleándose hasta inclinarse, su
cara golpeando la suciedad con cada revolución. La segunda figura patinando a
su lado, y parecían casi coordinados cuando rodaron al pie de la Puerta
Berserker. Conformaban un vencido par arrastrados fuera de la cama. La segunda
figura cayó cara arriba. Era Holly Canija. Obviamente, la elfa no había venido
a voluntad.
-Oh, mi, -Dijo Opal, riendo detrás de su
puño. -Pobres queridos. Que patéticos.
Opal se sintió orgullosa de sí misma por
sentir simpatía hacia los otros.
“De hecho, me siento mal por esta gente,”
Advirtió. “Bien por mí.”
Entonces Opal recordó como Artemis Fowl y
Holly Canija habían sido los responsables por sus años en confinamiento de máxima
seguridad, y lo que había sido forzada a hacer para lograr su libertad, y su sentirse mal por esa gente se evaporó
como el rocío matutino.
-Ayúdenlos a que levantarse, -Oro le ordenó a
Juliet, quien estaba acuclillada a un lado, comiendo un sangriento conejo.
-¡No! -Dijo Opal de modo estridente. -Revisen
al Fangosillo por armas, luego déjenlos gatear hasta mis pies. Dejen que el
chico ruegue por la raza humana. Quiero a este con sangre en sus rodillas y
lágrimas de desesperación en su cara.
Los espíritus mágicos sintieron que el fin
estaba cerca y que pronto sus almas serían finalmente liberadas de su deber y obtendrían
paz. Así que se reunieron en la base de la Puerta Berserker en sus cuerpos
prestados, formando el sellado círculo mágico. Miraron mientras Artemis alzó a
Holly dolorosamente por las escaleras, su espalda curvada por el esfuerzo.
“Deseo poder ver su cara,” Pensó Opal. “Ver cuánto
le cuesta.”
El contorno de Holly permanecía flojo mientras
se golpeaba levemente con los escalones, y una pierna colgaba del borde de la
torre. Parecía pequeña y frágil, y su respiración era irregular. Opal se dejó
imaginar cómo había hecho Fowl para infringir en la elfa para reprimirla.
“Los volví unos contra otros,” Pensó. “La
victoria máxima. Y lo hicieron por nada, tontos.”
Artemis alcanzó el altiplano y dejó caer a
Holly como el saco de un carnicero. Se giro hacia Opal, el odio escrito en
grande en sus normalmente rasgos impasible.
-Aquí estamos, Su Majestad, -Dijo, escupiendo
el título. -Me estoy rindiendo, como lo ordenaste, y forcé a Holly a hacer lo
mismo.
-Y yo estoy tan alegre de verte, Artemis. Tan
alegre. Esto hace todo simplemente perfecto.
Artemis se inclinó, codos y rodillas, jadeando
en busca de poder respirar, sangre cayendo de su nariz. -Holly dijo que nunca
mantendrías tu palabra, pero traté de asegurarle de que había al menos una
oportunidad, y tanto como la haya, no había opción. Ella no estuvo de acuerdo, y
por eso fui forzado a sedar a mi querida amiga. -Artemis hizo contacto visual
con la duendecilla. -¿Hay una oportunidad, Opal?
Opal rio estridentemente. -¿Una oportunidad?
Oh dios, no. Nunca hubo una oportunidad. Te quiero, Artemis. Eres tan gracioso.
-Movió sus dedos y chispas danzaron.
El color se drenó de la cara de Artemis, y
sus manos temblaban por el esfuerzo y la rabia.
-¿No te importan las vidas que estás
quitando?
-No quiero matar a todos. Pero, humanos o hadas, alguno de los
dos debe irse, así puedo liderar a los otros. Me decidí por tu grupo porque ya
tengo bastante apoyo bajo tierra. Hay un sitio web secreto, y estarías
impresionado por algunos de los nombres registrados.
Los Berserkers que quedaban miraron hacia
arriba desde el cráter, meciéndose levemente, murmurando oraciones al dios
Danu. Dos piratas de pronto se desplomaron, retumbando contra el suelo en un
raquetear de huesos.
-Mis niños están cayendo, -Dijo Opal. -Tiempo
de Mamá de enviarlos al paraíso. Bellico, mueve al problemático chico genio atrás
un poco. No es típico de Artemis Fowl intentar un ataque físico, pero tiene un
truco para destruir mis hermosos planes.
Juliet tiró a Artemis hacia atrás en la
suciedad. Ninguna emoción mostrada en su cara; ella era simplemente incapaz de
tomar otro curso de acción.
-¿Debo matar al Fangoso? -Preguntó
desapasionadamente.
-Absolutamente no, -Dijo Opal. -Quiero que
vea. Quiero que sienta la última desesperación.
Artemis rodó hasta quedar sobre sus rodillas.
-Los humanos no son una amenaza para ti, Opal. La mayoría de nosotros ni
siquiera sabemos que los seres mágicos existen.
-Oh, lo saben ahora. Nuestros puertos de
lanzaderas están completamente abiertos sin sus escudos. He revelado nuestra
existencia a los Fangosos, así que ahora no hay otra opción que eliminarlos. Es
simple lógica.
Juliet apoyó un pie en la espalda de Artemis,
aplastándolo contra la tierra. -Él es peligroso, mi reina. Y si la elfa
traidora despierta, podría dañarte.
Opal apuntó a los guerreros de terracota.
-Ustedes restrinjan a la elfa, y que esas estatuas movibles sostengan al chico.
Mamá desea hacer una pequeña grandilocuencia. Es un cliché, lo sé, pero después
de esto probablemente tendré que ser regia y desinteresada en público.
Juliet levantó a Holly de su cuello, fácilmente
alzándola en el aire. Dos guerreros Chinos inmovilizaron a Artemis entre ellos,
agarrándolo sin poder en sus manos de arcilla cocida, dejando solo sus manos y
pies móviles.
“No puede hacer nada,” Pensó Opal,
satisfecha.
-Tráiganlos aquí, -Comandó. -Quiero que los
dos me vean limpiando el planeta.
Artemis forcejeó sin tener efecto, pero la
cabeza de Holly colgaba en su capucha, lo que era un poco molesto para Opal, ya
que hubiera preferido ver a la elfa bien despierta y aterrorizada.
Opal se posicionó en el estrado elevado, golpeando
sus dedos en la roca como un pianista de concierto. Trabajaba en la Puerta
Berserker a medida que hablaba, hundiendo sus manos en la piedra, que se fundía
donde la tocaba.
-Los humanos tuvieron magia alguna vez,
-Dijo. Tal vez debería amordazar la astuta boca de Artemis en caso de que
contuviera su humor alegre con algunas de sus observaciones sarcásticas. A
pesar de que, por la mirada vacante en su cara de Fangosillo, el sarcasmo había
sido batido fuera de él.
-Eso es cierto. Los humanos controlaban la
magia casi tan bien como los demonios. Ese es el porqué Bruin Fadda puso tantos
embrujos en este sello. Su razonamiento era que si cualquier humano se
empoderaba lo suficiente como para descifrar los encantamientos, entonces Bruin
no tenía otra opción que liberar el poder de Danu, por el bien de las
Criaturas. -Opal sonrió con cariño a la Puerta Berserker. -Parece simple ahora,
como el juguete de un niño, -Dijo. -Solo dos huellas de manos en una mesa de
roca. Pero los cálculos que tuve que descubrir. Puedo decirte que Potrillo
nunca lo hubiera logrado. Ese ridículo centauro no tiene idea de cuánto tomó
resolver este rompecabezas: runas encantadas en muchas dimensiones, física
cuántica, matemáticas mágicas. Dudo que hayan cuatro personas en el mundo que
podrían haber traído a ese viejo tonto de Bruin devuelta a la vida. Y yo tuve
que hacerlo todo mentalmente. Sin pantallas o papel. Algunas cosas por
telepatía, a través de mi yo más joven. Tu sabes, ni siquiera perdí mis
memorias cuando murió, y pienso que lo haré ¿Extraño, no lo es?
Artemis no respondió. Se había retraído en un
malhumorado silencio amoratado.
-Así que así es cómo funciona, -Dijo Opal
brillantemente, como si estuviera explicando un problema de matemáticas a un
grupo de jardín. -Si elijo la primera huella, entonces cierro la puerta por
siempre y todas las almas mágicas dentro del círculo son liberadas—excepto la
mía, por supuesto, porque estoy protegida por magia negra. Pero si elijo la
mano roja y aterradora, entonces el poder de Danu se liberará, pero en humanos
únicamente. Es una pena que no veamos mucho desde aquí, pero al menos puedo
verlos a ustedes morir e imaginar los efectos de la magia en el resto.
Artemis torció un brazo hasta quedar libre del
agarre del soldado de arcilla, rasgando su manga y una capa de piel. Antes de
que nadie pudiera reaccionar, puso su propia mano en la primera huella de la
Puerta de los Berserker.
Por supuesto nada pasó, aparte de Opal gruñendo
de risa.
-No entiendes, niño estúpido. Solo yo puedo
elegir. No tú, no ese patético centauro, Potrillo, no tu pequeña amiga elfa.
Solo Opal Koboi. Ese es el punto completo. Quien abre el candado controla la
puerta. Está codificado justo en mi ADN. -La pequeña cara de Opal se puso
púrpura con auto-importancia y su barbilla puntiaguda se sacudió. -Soy el mesías.
Y derramaré sangre, así las Criaturas me veneraran. Construiré mi templo
alrededor de esta sosa entrada que lleva a ninguna parte y pueden hacer tours
escolares para aprender sobre mí.
A Artemis le quedaba un simple hilo de desafío.
-Podría cerrarla, -Refunfuñó. -Si me das unos
minutos.
Opal estaba perpleja. -¿Tu puedes… tu puedes
cerrarla? ¿No estabas escuchando? ¿No lo hice lo suficientemente simple? Nadie
puede cerrarla aparte de mí.
Artemis no parecía impresionado. -Podría
descubrirlo. Una hora más, incluso diez minutos. Holly es un hada, tiene magia.
Podría usar su mano y mi cerebro. Sé que podría ¿Qué tan difícil podría ser si tú
pudiste? Ni siquiera eres tan inteligente como Potrillo.
-¡Potrillo! -Gritó Opal. –Potrillo es un bufón.
Jugueteando con sus artilugios cuando hay dimensiones enteras sin explorar.
-Lo siento, Holly, -Dijo Artemis formalmente.
-Me advertiste, y no escuché. Tú eras nuestra única oportunidad, y te engañé.
Opal estaba furiosa. Rodeó a los guerreros
Chinos a donde Juliet estaba sosteniendo a Holly, cuya cabeza estaba colgando.
-¿Piensas que esta cosa ridícula puede
lograr lo que yo logré?
-Esa es la Capitana Holly Canija de la Policía
de los Elementos del Subsuelo, -Dijo Artemis. -Muestra un poco de respeto. Ella
te ha vencido antes.
-No hay un antes, -Dijo Opal empáticamente.
-Este es el ahora. El fin de los días para la humanidad. -Agarró la mano de
Holly y la estampó vagamente en el área de la huella de la Puerta de los
Berserker. -Oh, mira eso. El sello no se está cerrado. Holly Canija no tiene
poder aquí.
Opal rió cruelmente. -Oh, pobre, linda Holly.
Imagina, si solo tu mano podría activar el sello, entonces tu sufrimiento
acabaría justo ahora.
-Podríamos hacerlo, -Murmuró Artemis, pero
sus ojos se estaban cerrando, y parecía como si no tuviera fe en sí mismo. Su
mano libre tocó un ritmo distraído en la piedra. La mente humana se había
finalmente roto.
-Ridículo, -Dijo Opal, calmándose a sí misma.
-Y aquí estoy, confundiéndome por tus declaraciones. Me irritas, Artemis, y
estaré feliz cuando estés muerto.
Dos cosas pasaron mientras Opal estaba vociferándole
a Holly. La primera fue que tuvo una serie de pensamientos:
La mano de Holly parece
demasiado pequeña.
Opal se dio cuenta que no había examinado de
cerca a la elfa desde que había aparecido en el borde del cráter. O había
estado acostada boca abajo, o Artemis había estado escudándola con su propio
cuerpo.
Pero su cara. Vi su cara.
Era definitivamente ella.
La segunda cosa que pasó fue que la pequeña
mano en cuestión, que aún reposaba en la Puerta Berserker, comenzó a avanzar espasmódicamente
hacia la huella, haciendo su camino con las puntas de los dedos.
Opal empujó hacia atrás la capucha de Holly
para tener una mejor vista y vio, con una inspección más detallista, que la
cara estaba fisurada un poco.
Una máscara. Una máscara
de proyección de niños. Como la usada por Pip…
-¡No! -gritó. -¡No, no lo permitiré!
Alcanzó justo debajo del mentón de Holly y torció
la máscara para sacarla, y, por supuesto, no era Holly la que estaba debajo.
Opal vio su propia cara clonada bajo la
máscara, y se sintió instantáneamente traumatizada, como si hubiera sido
atacada por sorpresa por un arco masivo.
-¡Soy yo! -Suspiró, luego rió histéricamente.
-Y solo yo puedo cerrar la puerta.
Dos segundos de impresionada inacción
siguieron de parte de Opal, que dejó que los dedos de Nopal se acomodaran
perfectamente en la huella. Esta se volvió verde e irradiaba una luz cálida. El
olor a verano emanaba de la piedra, y había un piar de un ave.
Artemis rió, mostrando sus dientes bordeados
de sangre. -Me imagino que ahora estás irritada.
Opal mandó un vicioso pulso mágico directo al
torso del clon, doblándose del agarre de Juliet y mandándola rodando lejos de
la puerta, pero todo lo que logró con su brutalidad fue dejar a la luz etérea
brotar más rápido. Los rayos esmeralda hacían espirales hacia arriba en espesos
bucles, luego se dispersaban para formar un hemisferio alrededor del círculo
mágico. Los Berserkers suspiraron y bañaron sus caras boca arriba en el brillo verde
de campo.
-Está finalmente terminado, Opal, -Dijo
Artemis. -Tu plan falló. Estás acabada.
Había gente en la luz, sonriendo y llamándolos
con gestos. Habían escenas de tiempos pasados. Hadas labrando en esos mismos
valles.
Opal no se rindió tan fácilmente y se
recuperó. -No. Todavía tengo poder. Tal vez perdí a estos tontos Berserker,
pero mi magia me protege. Hay otras hadas por ser embaucadas, y la próxima vez
no me detendrás.
Opal golpeó fuertemente a Oro para distraerlo
de la luz. -Asegúrense que el clon esté muerto, -Ordenó. -La magia no debe
tomar la criatura sin alma. Terminen con ella si es necesario ¡Háganlo ahora!
Oro frunció el seño. -Pero es una de
nosotros.
-¿Y qué me importa?
-Pero se acabó, Majestad. Estamos yéndonos.
-Haz lo que digo, esclavo. Puede ser tu
último acto antes de ascender. Entonces habré acabado contigo.
-Ella es inocente. Una duendecilla indefensa.
Opal estaba enfurecida por el argumento.
-¿Inocente? ¡Qué me importa eso? He matado miles de hadas inocentes, y mataría
diez veces más si lo juzgo necesario. Haz lo que ordeno.
Oro tomó la daga, que parecía tan grande como
una espada en su mano. -No, Opal. Bruin me liberó de mis ligaduras. No matarás
más seres mágicos.
Y, con la eficiencia de un soldado, atravesó el
corazón de Opal con un simple empujón. La pequeña duendecilla cayó, todavía parloteando.
Habló hasta que su cerebro murió, boqueando veneno repugnante, aún negándose a
creer que se había acabado para ella. Murió mirando la cara de Artemis,
odiándolo.
Artemis quería odiarla de vuelta, pero todo
lo que podía hacer era sentirse triste por la pérdida de vida.
Algo que podría haber sido un espíritu, o una
oscura sombra retorcida, titilando detrás de Opal por un momento como un ladrón
huyendo, luego se disolvió en la luz mágica.
Todo este tiempo. Toda esta
lucha y nadie gana. Que tragedia.
La luz brilló más y esquirlas se separaban de
la corona para volverse líquidas, congregándose alrededor de los Berserkers dentro
del círculo. Algunos dejaron sus cuerpos con facilidad, como si se estuvieran
deslizando de un abrigo viejo; otros fueron retirados a tirones miembro a
miembro, siendo tirados al cielo. Oro dejó caer su daga, disgustado por lo que
se había necesitado hacer, y luego dejó el cuerpo de Beckett en un resplandor
de fuego verde.
Al fin, hubiera dicho, aunque Artemis
no podía estar seguro. A ambos lados, los guerreros de arcilla se desintegraban
mientras los espíritus Berserker los abandonaban, y Artemis cayó al suelo,
enfrentando cara a cara a Nopal.
El clon yacía con sus ojos inusualmente brillantes
y con lo que podría haber sido una sonrisa en su rostro. Pareció centrarse en Artemis
un momento, luego la luz se extinguió de sus ojos y se había ido. Al final
estaba pacífica y, al contrario que otras hadas, ningún alma se separó de su
cuerpo.
“Nunca se supuso que existieras,” Advirtió
Artemis, y luego sus pensamientos giraron en torno a su propia seguridad.
Necesito escapar de la
magia lo más rápido posible.
La suerte estaba en su favor, él lo sabía,
pero esa no era una garantía. Había sobrevivido contra la suerte tantas veces
en los pasados años que a veces los porcentajes no contaban para nada.
Se le ocurrió a Artemis que, como humano, él
sería simplemente capaz de lanzarse a través de las paredes de ese hemisferio
mágico y sobrevivir.
Con todo este genio en mi
cabeza, estoy por ser salvado por un simple salto de altura.
Se levantó de un salto y corrió hacia el
borde de la torre de entrada. No eran más de tres metros. Difícil, pero no
imposible por la altura.
“Lo que daría por un set de Alas de Colibrí
de Potrillo justo ahora,” Pensó.
A través del líquido verde, Artemis vio a
Holly y Mayordomo llegando a la punta de la colina, corriendo hacia el cráter.
“Manténganse atrás, mis amigos,” Pensó.
“Estoy yendo.”
Y saltó por su vida. Artemis se alegró de que
Mayordomo estuviera allí para admirar su esfuerzo, que era casi atlético. Desde
esa altura, Artemis sintió como si estuviera volando.
Holly estaba corriendo a toda velocidad por la
bajada, sobrepasando a Mayordomo por vez primera. Artemis podía ver por la
forma de su boca que estaba gritando su nombre.
Sus manos alcanzaron la piel de la burbuja
mágica y la atravesaron, y Artemis sintió un alivio tremendo.
Funcionó. Todo será
diferente ahora. Un nuevo mundo con humanos y hadas viviendo juntos. Podría ser
un embajador.
Entonces el hechizo lo atrapó tan
cuidadosamente como a un insecto en un jarrón, y Artemis se deslizó dentro de
la corona mágica como si estuviera hecha de vidrio.
Holly se apuró por el costado de la colina hacia
la luz mágica.
-¡Mantente atrás! -Gritó Artemis, y su voz estaba
apenas fuera de sincronía con sus labios. –El hechizo te matará.
Holly no alentó la carrera, y Artemis podía
ver que intentaría un rescate.
“No entiende,” Pensó.
-¡Mayordomo! –Lo llamó. -Detenla.
El guardaespaldas estiró sus brazos masivos y
envolvió a Holly en un abrazo de oso. Ella usó cada maniobra de escape en el
manual, pero no había salida de tal agarre.
-Mayordomo, por favor. Esto no está bien. Se
suponía que sería yo.
-Espera, -Dijo Mayordomo. -Solo espera,
Holly. Artemis tiene un plan. -Entornó los ojos a través del domo verde. -¿Cuál
es tu plan, Artemis?
Todo lo que Artemis podía hacer era sonreír y
encogerse de hombros.
Holly dejó de forcejear. -La magia no debería
afectar a humanos, Artemis ¿Por qué no te ha liberado aún?
Artemis sintió la magia escaneando su
persona, buscando algo. Encontró ese algo en la cuenca de su ojo.
-Tengo un ojo mágico—uno tuyo, ¿recuerdas?
-Dijo Artemis, apuntando a su iris marrón. -Pensé que mis genes humanos podrían
vencerlo, pero esta es magia perspicaz. Poder inteligente.
-Iré por el desfibrador, -Dijo Mayordomo.
-Tal vez quede una chispa.
-No, -Dijo Artemis. -Sería demasiado tarde.
Los ojos de Holly eran ahora ranuras, y una
palidez se extendió a través de su piel como pintura blanca. Se sentía enferma
y rota.
-Lo sabías ¿Por qué, Artemis? ¿Por qué
hiciste esto?
Artemis no respondió a la pregunta. Holly lo
había llegado a conocer lo suficiente hasta ahora como para desenredar sus motivos
luego. Tenía segundos, y habían cosas más urgentes por ser dichas.
-Mayordomo, no me fallaste. Te engañé.
Después de todo, soy un genio táctico y estabas inconsciente. Quería que lo
recordaras, solo en caso…
-¿Solo en caso de que? -Gritó Mayordomo a través
de la luz viscosa.
De nuevo, Artemis no respondió a la pregunta.
De una forma u otra, Mayordomo lo averiguaría.
-¿Recuerdas lo que te dije? -Dijo Artemis,
tocando su propia frente.
-Lo recuerdo, -Dijo Holly. -Pero…
No había más tiempo para preguntas. La
neblina verde fue succionada hacia atrás dentro de la Puerta Berserker como si
estuviera siendo llevada por una aspiradora. Por un momento, Artemis estaba
parado, ileso, y Mayordomo tiró a Holly para correr a su lado. Entonces el ojo
mágico de Artemis brilló con verde, y para el momento que Mayordomo atrapó al
niño cayendo en sus brazos, el cuerpo de Artemis Fowl ya estaba muerto.
Holly cayó sobre sus rodillas y vio el cuerpo
retorcido de Opal Koboi por el sello. La magia negra permaneciente había carcomido
su piel en muchos lugares, exponiendo el brillo color marfil de su calavera.
La vista no le afecto solo un poco en ese
momento, sino que los ojos fijos de la duendecilla la perseguirían en sueños el
resto de su vida.
Aaaahh!
Artemis murió! Se lo esperaban? Bueno, nos vemos en el próximo y último
capítulo: Las Rosas… Que pasara?
martes, 23 de julio de 2013
Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 18 Parte 1/2 - TRADUCCIÓN
Holaaa!! Como andan??
Antes que nada, ya leyeron los otros caps? Porque estuve actualizando bastante
rápido y no quiero que ninguno se pierda nada, así que porfa revisen… bueno,
espero que disfruten esta primer parte de 2 (supongo que no van a ser más)…
Capítulo 18
Alma
Superviviente
Mansión Fowl; noventa y
ocho minutos después
Artemis estaba haciendo las preparaciones finales
en su oficina, actualizando su testamento y tratando de dominar sus
sentimientos, apisonando un liso cielo gris de tristeza que amenazaba con
nublar su resolución. Sabía que el Dr. Argon le advertiría en contra de
reprimir sus emociones ya que lo llevaría a un miedo psicológico a largo plazo.
“Pero no habrá largo plazo, Doctor,” Pensó irónicamente.
Después de tantas aventuras, Artemis sintió
como si debería haber sabido que las cosas nunca resultaban ser exactamente
como las había planeado, pero aún se sintió sorprendido ante la finalidad de
ese paso que estaba forzado a tomar—y también ante su deseo de incluso
considerar tomarlo.
El niño que secuestró a
Holly Canija todos esos años atrás nunca hubiera contemplado la noción de
sacrificarse a sí mismo.
Pero él ya no era ese niño. Sus padres lo
habían restaurado, y tenía hermanos.
Y amigos cercanos.
Algo más que nunca había anticipado.
Artemis miró sus manos temblar y firmó su
última voluntad y testamento. Qué tan válidos eran muchos de sus legados en
esta nueva era, no estaba seguro. El sistema bancario estaba casi
definitivamente irremediablemente dañado, como lo estaba la Bolsa de valores
mundial. Así que allí iban las acciones, bonos, y participaciones.
“Todo el tiempo gastado acumulando riquezas,”
Pensó Artemis. “Que pérdida.”
Entonces:
Vamos, ahora. Simplemente
estás siendo un llorón. Amas el oro tanto como Mantillo Mandíbulas ama el pollo.
Y, dada la oportunidad, probablemente harías lo mismo de nuevo.
Era verdad. Artemis no creía en las
conversiones en el lecho de muerte. Eran demasiado oportunistas. Un hombre debe
ser lo que es y aceptar que cualquier opinión viene próxima al mentón.
“Si hay un San Peter, no discutiré con él en
las Puertas del Cielo,” Prometió a su subconsciente, a pesar de que Artemis sabía
que, si su teoría era correcta, se atascaría en este plano como un espíritu,
justo como los Berserkers estaban.
Puedo ser un guardaespaldas
sobrenatural para Myles y Beckett.
Esta noción confortó a Artemis y lo hizo sonreír.
Se dio cuenta que no estaba para nada asustado, como si lo que estuviera por
intentar fuera una simulación del juego de rol* más que un curso actual de acción.
Esto cambió cuando Artemis selló su testamento
en un sobre y lo apoyó sobre la lámpara de escritorio. Miró al documento,
sintiendo la finalidad en el momento.
Ahora, no hay vuelta
atrás.
Y luego el miedo cayó sobre él como una
tonelada de peso, sujetándolo a la silla de oficina. Sintió un bloque de plomo
solidificarse en su estómago, y de pronto sus extremidades parecían injertas
dentro y fuera de su control.
Artemis tomó muchos hondos suspiros antes de
evitar vomitar, y gradualmente su calma retornó.
Siempre imaginé que habría
un tiempo para despedidas. Un momento para palabras con significado para aquellos
que amo.
No había tiempo. No lo había para nada excepto
para la acción. El miedo había pasado y Artemis aún estaba enmarcado en su
curso.
“Puedo hacerlo,” Advirtió. “Puedo pensar con
mi corazón.”
Empujo su silla roja oscura de vuelta en sus
rueditas, palmeó sus rodillas una vez, y se mantuvo frente a su sufrimiento.
Holly estalló dentro de la oficina con asesinato
escrito en sus ojos.
-Vi lo que vino de la bodega de vinos,
Artemis.
-Ah, -Dijo el chico. -El huevo llegó.
-Sí, sí llegó. Y mire lo que había dentro.
Artemis suspiró. -Holly, siento que lo hayas
visto. Se suponía que Mantillo lo escondería.
-Mantillo es también mi amigo, y le dije que
tratarías de halar algo. Estaba cavando un túnel de escape de último minuto
cuando el huevo llegó en piloto automático. Mantillo se figura que esta es la
cosa que estás tratando de tirar.
-Holly, no es lo que piensas.
-Sé lo que estas planeando. Lo he
descubierto.
-Suena radical, lo sé, -Dijo Artemis. –Pero
es la única manera. Tengo que hacerlo.
-¡¿Tú tienes
que hacerlo?! -Dijo Holly, enfurecida. -Artemis Fowl hace las elecciones de
todos, como siempre.
-Quizás, pero esta vez estoy justificado por
las circunstancias.
Holly de hecho tiró de su pistola. -No. Olvídalo,
Artemis. No va a pasar.
-Tiene que ocurrir. Tal vez con tiempo y
recursos podría desarrollar una estrategia alterna…
-¿Desarrollar una estrategia alterna? No
estamos hablando de la adquisición de una corporativa, Artemis. Es tú vida. Intentas
salir allí y matarte ¿Qué pasa con Mayordomo?
Artemis suspiró. Le dolía dejar a Mayordomo
inconsciente, ignorante del plan, especialmente porque sabía que su confiable
guardaespaldas se consideraría una falla.
Daño colateral. Justo como
yo debería ser.
-No. No puedo decirle, y tampoco lo harás tú…
Holly lo interrumpió con una sacudida de su
pistola. -No recibo órdenes de ti, Sr. Civil. Soy el oficial a cargo. Y estoy
categóricamente vetando esta táctica.
Artemis se sentó en su silla, descansando su
rostro en sus manos.
-Holly, tenemos treinta minutos antes del
amanecer, entonces moriré de todas formas. Mayordomo muere, y Juliet. Mi familia.
Casi todos los que amo se habrán ido. Todo lo que estás haciendo es asegurarte
de que Opal gane. No estarías salvando a nadie.
Holly se paró a su lado, y su toque era
ligero sobre su hombro. Artemis advirtió de repente que los elfos tienen un
olor distintivo.
Pasto y cítrico. Antes, habría
archivado esa información.
-Sé que no te gusta, Holly, mi amiga, pero es
un buen plan.
Los dedos de Holly viajaron al cuello de Artemis,
y él sintió un leve hormigueo.
-No me gusta, Arty, -Dijo ella. -Pero es un
buen plan.
Al parche tranquilizante le tomó unos
segundos trabajar, y luego Artemis se encontró arrodillado en la alfombra de
Afghan, su nariz separando las fibras de un diseño del árbol de la vida. La
droga entorpecía su mente, y no podía comprender exactamente lo que pasaba.
-Lo siento, Artemis, -Dijo Holly, arrodillándose
a su lado. -Opal es una de mi gente así que es mi sacrificio el que se debe
hacer.
El ojo izquierdo de Artemis rodó en su
agujero y su mano ondeó débilmente.
-No me odies por siempre, Arty, -Susurró Holly.
-No podría soportarlo.
Tomó su mano y la apretó con fuerza. -Soy un
soldado, Artemis, y este es un trabajo para un soldado.
-Tienes un buen punto, Holly, -Dijo Artemis,
claramente. -Pero es mi plan y, con todo respeto, soy el único que puede ser
confiado para ejecutarlo.
Holly estaba confundida. Solo un momento atrás,
Artemis había estado en la verja de la inconsciencia, y ahora estaba sermoneándole
en su usual tono altanero.
¿Cómo?
Holly retiró su mano y vio una pequeña ampolla
adhesiva en su palma.
“¡Me drogó!” Se dio cuenta. “Ese engañoso
Fangosillo me drogó.”
Artemis se incorporó y guió a Holly al sillón
de cuero, recostándola en los mullidos almohadones.
-Pensé que Potrillo podría delatarme, así que
tome un golpe de adrenalina para contrarrestar tu sedante.
Holly luchó contra la neblina que nublaba su
mente.
-¿Cómo pudiste…? ¿Cómo?
-Lógicamente no tienes derecho a estar
enojada. Simplemente seguí tu ejemplo.
Lágrimas llenaron los ojos de Holly, derramándose
por sus mejillas mientras la verdad la llamaba desde lejos, a través de un
neblinoso abismo.
Él realmente va a
continuar con esto.
-No, -Se las arregló para decir.
-No hay otro camino.
Holly sintió el vacío de un temor amargo en
su estómago.
-Por favor, Arty, -Murmuró. -Déjame… -Pero no
dijo nada más, ya que sus labios se habían vuelto de una goma floja.
Artemis casi se quiebra —ella podía verlo en
sus ojos dispares, uno humano, uno mágico— pero entonces se alejó del sillón y
respiró profundamente.
-No. Debo ser yo, Holly. Si el segundo candado
es abierto, entonces moriré, pero si mi plan tiene éxito, entonces todas las
almas de hadas dentro de la corona mágica serán llevadas a la otra vida. Almas de
hadas. Mi alma es humana, Holly, ¿no
lo ves? No pretendo morir, y hay una oportunidad de que sobreviva. Una pequeña,
concedido. Pero una oportunidad, de todas formas. -Artemis frotó su ojo con un
nudillo. -Como plan está lejos de ser perfecto, pero no hay alternativa.
Artemis acomodó a Holly con almohadones. -Quiero
que sepas, mi querida amiga, que sin ti, no sería la persona que soy hoy en día.
-Se inclinó más cerca y susurró. -Estaba roto, y tú me arreglaste. Gracias.
Holly era consciente de que estaba llorando
porque su visión estaba borroneada, pero no podía sentir las lágrimas en su
cara.
-Opal nos espera a ti y a mí, -Escuchó decir
a Artemis. -Y es exactamente eso lo que va a obtener.
¡Es una trampa! Quería
gritar Holly.
Estás caminando hacia una trampa.
Pero incluso si Artemis pudiera escuchar sus
pensamientos, Holly sabía que no podría desviarlo de su camino. Justo cuando se
figuró que Artemis había dejado la habitación, apareció en su campo de visión, con
una mirada pensativa en su rostro.
-Sé que aún puedes oírme, Holly, -Dijo. -Así
que te pediré un último favor. Si Opal me aventaja y no logro hacerlo fuera del
cráter, quiero que le digas a Potrillo que encienda la crisálida. -Se inclinó y
besó su frente. -Y que le des eso de mi parte.
Luego, el genio adolescente se fue, y Holly ni
siquiera pudo girar su cabeza para verlo marchar.
*Juego de Rol, también conocido como Juego de Papeles: https://es.wikipedia.org/wiki/Juego_de_rol
CHAN CHAN CHAN… si, lo
sé, soy mala por dejarlo hasta ahí, pero tiene en total 11 hojas el cap y
traducir y re leer todo junto de me hace muy pesado, así que aquí está J
Nos vemos en la 2º parte
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